Alicudi

Isla de Alicudi

El paisaje de la Isla de Alicudi está intacto. Es uno de esos lugares donde el tiempo parece haberse detenido para siempre. Alicudi es una isla que tiene una historia de saqueos e invasiones de diferentes pueblos cuyo resultado final fue la belleza y paz de los lugares. Esta isla es un paraíso en miniatura, un lugar donde el hombre y la naturaleza saben convivir.

No hay caminos pero solo se avanza a pie por empinados caminos de herradura que desde el puerto recorren toda la isla, hasta llegar a la cima.
Recién en 1990 se construyó un lugar de aterrizaje que también permitió atracar embarcaciones medianas o grandes. Antes solo era posible llegar en pequeños botes de remos, tanto para personas como para mercancías.

Los habitantes de la isla son muy pocos y solo hay un par de tiendas de comestibles y la oficina de correos. Nada más. No hay cajeros automáticos, farmacias y oficinas bancarias, clubes de moda, pubs, discotecas. Y este es precisamente el encanto de Alicudi: vivir de lo esencial y la belleza de la naturaleza.

Qué ver:
La zona del puerto que también es el centro de la isla donde hay una playa de guijarros.
El área de Pianicello, a una altitud de 450 m, es un pequeño distrito donde la población es de habla alemana y vive en la isla casi todo el año.
El distrito de Tonna donde se puede admirar la auténtica arquitectura eólica con escalones construidos con muros de piedra seca para hacer la tierra cultivable.
Contrada Sgurbio, 5 casas, que es la zona más aislada, casi inaccesible por tierra.
No muy lejos del puerto de Alicudisi, accesible por mar, se encuentra la playa Bazzina, una pequeña y encantadora ensenada.